La Torre de Murga, declarada Bien de Interes Cultural en 1984, es un edificio emblemático en el Valle de Ayala.
El edificio evoca una parte importante de la historia medieval del País Vasco.
La torre del siglo XIII y los palacios de los siglos XV y XVI configuran un conjunto espectacular y muy vistoso.
La torre se aprecia bien por el lado norte, en la que se ve en toda
su altura, donde el río hace de foso y el puente quedaba
fácilmente defendido. Las plantas inferiores son de piedra de
mampostería y de ladrillo la superior. Se aprecian saeteras y el tejado es a cuatro aguas, de teja, con un sencillo vuelo.
En el resto de fachadas solo pueden la verse las últimas plantas, de
ladrillo, que se asoman sobre la cubierta del palacio. Presenta en las
esquina pequeños cubos cilíndricos, a modo de garitones, apeados en
ménsulas molduradas. En el piso alto se abren pequeñas ventanas que
recuerdan las almenas de las fortalezas.
La estructura interior de la torre es de madera, conservando la escalera del mismo material.
El palacio tiene como elemento más llamativo una
galería renacentista de cinco arcos al frente y cuatro al costado.
Pertenece a la misma familia desde su fundación en 1272 y actualmente en la Torre de Murga se ofrece la organización de eventos y celebraciones.
Tiene estructuras palaciegas adosadas por el NE, SE y SW. El cuerpo principal del conjunto está constituido por un edificio de planta rectangular orientado según el eje SW-NE, con un total de cuatro plantas más un sobrado, todo ello cubierto con un tejado de cuatro aguas.
La entrada principal de la torre se encontraba originariamente en el lado SE, por donde se accedía mediante un patín. Sus dimensiones en planta son de 13,60 x 9,50 m.
Entre los materiales constructivos, destaca la presencia de mampostería caliza escuadrada irregular, por lo general siguiendo hiladas. Los esquinales, por su parte, están realizados con caliza de tamaño irregular. La última planta está realizada con ladrillos, con garitones en sus cuatro esquinas.
Los vanos son de variada tipología y se encuentran dispuestos de forma irregular. Los más antiguos parecen ser unas aspilleras situadas en los paños SW y NW. Algo más recientes parecen otras realizadas en sillería con un remate moldurado en el alféizar. El resto de ventanas son algo más amplias, también realizadas con sillería aunque construidas más recientemente.
En su cuerpo principal, no obstante, la torre conserva su aspecto masivo, sin grandes vanos, propio de su carácter defensivo.
La estructura interna de madera se conserva íntegramente, lo que indica una alteración no profunda del edificio inicial.
Adosado por al NE a la torre, sin interferir con su volumen, se encuentra un palacio realizado casi en su totalidad con mampostería. Presenta una tipología de vanos, perfectamente integrados en el conjunto, muy similar desde el punto de vista morfológico a los más recientes localizados en la torre, destacando un amplio acceso en medio punto baquetonado y una ventana de arista fileteada-baquetonada con basecillas de penetración evolucionadas y escudete al eje, enmarcado todo por una moldura. El escudo heráldico se localiza en la fachada SE.
Por los lados SW y SE, se ejecutó una ampliación del palacio, cuyo elemento más destacado es una galería porticada en la planta baja, con arcos rebajados de sillería fileteados sobre pilares toscanos cajeados, cinco arcos al frente, cuatro al lateral. Una imposta moldurada da paso al piso noble, de ladrillo macizo, en clara consonancia con la parte superior de la torre. Ambos anexos conservan en gran medida su estructura interna.
A unos 40 m. al Oeste de la Torre se sitúa el caserío, de planta casi cuadrangular, con cubierta a dos aguas y alero en suave voladizo. Está construido en mampostería, aunque en su alzado se aprecian variaciones de aparejo, con entramado de madera y plementería de ladrillo en el cerramiento de las plantas superiores de la fachada principal y del alzado NE.
En la fachada principal, orientada al SE, se aprecian los dos volúmenes principales que conforman el actual caserío y el muro que configura una prexistencia: en el lado izquierdo, se encuentra la ampliación, con tres ventanas en su fachada; en la parte central y derecha, se levanta la fachada original del caserío, con soportal de madera, partido en dos vanos por un pie derecho. Los pisos superiores presentan entramado con cerramiento de ladrillo y un balcón corrido de madera en el desván.
El poste maestro derecho de la fachada se apoya sobre el muro que configura casi toda la planta baja del alzado NE, hecho de mampostería con esquinales de sillería y arcilla en las juntas, asentado en una zapata que sobresale ligeramente y que conforma la prexistencia al caserío. En él se abre una sola ventana de las originales, ubicada en la mitad N del paño. Sobre este muro, se asienta retranqueado el entramado de madera con ladrillo macizo en los entrepaños, salvo en el lado derecho donde se cierra con ladrillo y cemento.
En la fachada zaguera, muy hermética, se aprecian dos volúmenes, el principal del caserío y la ampliación hacia el SW, apreciándose la esquina original W del primero.
El alzado SW lo conforma por entero la ampliación con obra de mampostería vista, con un acceso en planta baja y tres ventanas de madera en la primera.
La fecha de construcción del puente debe de ser bastante posterior a la de las obras de construcción del Palacio a finales del siglo XVI, pudiéndose considerar, a juzgar por sus características tipológicas, como una obra dieciochesca. Se trata de un ejemplar que voltea un único arco de medio punto ligeramente rebajado y cuyo elegante trazado contrasta con la mediocre calidad del aparejo utilizado. La plementería del arco descansa sobre unas primeras hiladas que, a modo de zapata, se levantaron con buenas losas cuadrangulares. El resto de la bóveda, sin embargo, se desarrolló con mampostería careada de escaso porte, así como sus boquillas de grandes lajas irregulares.
Fuente: BOPV
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